viernes, 6 de noviembre de 2009

capìtulo IX

IDENTIDAD Y DEFINICIÒN DE LAS RELACIONES PÙBLICAS

La definición de relaciones públicas es un ejemplo claro de lo que podemos presentar como una pluralidad de matices. Hecho este, que ha servido para definirlas en diferentes vertientes al amparo de diversos colores, signos, ideologías e incluso de otras disciplinas.

Otras características que impiden, en nuestro momento, un unitarismo conceptual, no faltan en absoluto. También lo tenemos en las mismas asociaciones de profesionales de las relaciones públicas, sean éstas nacionales o internacionales, cuando se amparan en una definición enarbolándola como un derecho de utilización exclusivo o como una prueba demostrativa de su calidad profesional, a la par que creativa.

Este binomio creativo-exclusivista, con respecto a la definición o las definiciones, se da con una frecuencia altamente repetitiva, lo que nos inclina a sospechar si no se habrá tomado con cierta exageración valorativa aquello de la filosofía orteguiana, cuando puntualizaba: “Loa términos han de renovarse, como las palabras, han de actualizarse”.

Asimismo, en pocas ocasiones, igual que el unitarismo conceptual de las relaciones públicas se resiente por las actividades e incidencias de las ciencias de la información, también las relaciones públicas producen inquietudes a la primacía conceptual de otras disciplinas.

La historia de las relaciones públicas puede tildarse de anticonceptual, o no correlativa entre la susodicha teoría conceptual y su profesionalización. En otro orden de comprensión del mencionado fenómeno, destacaremos las tres fases que nos conducirán a la nueva situación antes señalada:
1- Periodistas que realizan actividades en el campo de las relaciones públicas; ya sea en versión full time o part time.
2- Profesionales de otras actividades, y gentes diversas, que se dedican a las relaciones públicas. En la situación ya indicada full time o part time.
3- Técnicos, Graduados y Licenciados, en relaciones públicas, titulados universitariamente.
El unitarismo conceptual de las relaciones públicas no puede considerarse meramente como un objetivo concreto e inamovible sino como una actividad que atañe al ser.

Y que trata, por medio de diversas técnicas reconocidas éticamente, de aportar al hombre el conocimiento de su medio; con especial mención de los aspectos e incidencias, ajenos, en sus numerosas circunstancias, a su especialidad.

CAPÌTULO VIII

CRONOLOGÌA POR AÑOS Y ACONTECIMIENTOS PARA LA HISTORIA DE LAS RELACIONES ÙBLICAS EN ESPAÑA

En este capítulo sólo resaltaré los hechos más importantes:

1961 Creación en Madrid de la Asociación Técnica de relaciones Públicas.
1964 Se inicia en Barcelona el primer curso monográfico sobre las relaciones públicas, en el instituto de Técnicas para la Comunicación Social.
1969 El B.O.E. publica la Orden de 28/VII/69, por la que se reconoce oficialmente la Escuela Superior de Relaciones Públicas de la Universidad de Barcelona, adscribiéndola a la misma.
1972 Se crea en el Sindicato nacional de Prensa, Radio, Televisión y Publicidad, la Agrupación Sindical de Técnicos en Relaciones Públicas.
1974 El I Congreso Internacional de la Enseñanza y Práctica de las Relaciones Públicas tiene lugar en Barcelona, bajo el patrocinio de la Conferencia Internacional para la Investigación y Enseñanza universitaria Superior de las Relaciones Públicas. (C.I.E.U.R.P.), y la Escuela Superior de Relaciones Públicas de la Universidad de Barcelona.
1974 El B.O.E. publica la Orden de 14/IX/74 por la que se aprueba, con carácter provisional, el plan de estudios de la Facultad de Ciencias de la Información. En él se incluye la Licenciatura de Publicidad y relaciones públicas, como ampliación de la anterior Sección de Publicidad.
1975
Se publica en el B.O.E. el Decreto de 24/IV/75, por el que se crea el Registro Oficial de Técnicos en Relaciones Públicas en el Ministerio de Información y Turismo.
1975 Se celebra en Barcelona, del 13 al 16 de junio, el I Simposio Nacional de
Relaciones Públicas y Protocolo en las Corporaciones Locales.
1977 Se publica en el B.O.E el Real Decreto de 3/V/77 sobre el ejercicio de la actividad profesional de las personas inscritas en los Registros Oficiales de Técnicas de publicidad y de Relaciones públicas y de los Licenciados en Ciencias de la Información.1978 Se inicia el proceso asociacional que dará lugar a la creación de los futuros Colegios Oficiales de Técnicos de relaciones públicas

sexta entrega incluyen los capìtulo 7,8 y 9

CAPÌTULO VII
PLANTEAMIENTO HISTÒRICO-FILOSÒFICO DE LAS RELACIONES PÙBLICAS: DISTINCIÒN ENTRE LA REALIDAD EUROPEA Y LA NORTEAMERICANA
Desde que se reconoció que el hombre como tal nace, vive y se desarrolla en el medio ambiente inherente a la comunidad, se reafirmó la postura mantenedora de que la lógica idea del ser social era una realidad y no una fútil utopía.

Posteriormente, la idea globalizadota de comunidad, convivencia y utopía ya no ha sido nunca abandonada. Claro que el hecho de lo utópico ha sido en numerosas ocasiones desdeñado, por creérselo poco enraizado en el pensamiento, prestándose atención tan sólo a los conceptos de comunidad y convivencia. Pero se verá qué lejos está de la realidad este supuesto, si examinamos el acervo cultural sobre el tema de lo utópico.

En las relaciones públicas sucede algo muy parecido a lo que ocurre con los términos filológicos (estudio de una cultura) que tienen un sonido familiar y una grafía de recordar, y de aplicación polivalente. La versatilidad de las relatio-relationis y de la res publica es una praxis consecuente por su misma necesidad que nos desvela de continuo la existencia de comunidad, convivencia y utopía, de pasado, presente y futuro. Se podría esquematizar como sigue:
Pasado: Herencia y pensamiento comunitario (Gnosis de la comunidad)
Presente: Comunidad de convivencia (Tautología conceptual)
Futuro: Comunidad utópica (estudio e investigación de sistemas y estructuras comunitarias)

La idea de res publica es también consustancial a la estructura social, como lo es la relatio-relationis, ya mencionada, y es en el proceso irreversible de su unicidad donde encuentran ambas su fórmula de adecuación con respecto a sus fines y objetivos.


Admitamos que las relaciones públicas son condición ineludible del hecho social y de la relación social, como principio activo y dinámico de una sociedad participativa mediante el conocimiento mutuo de objetivos y logros.

En el proceso de determinación de dos supuestos cronológicos en el ámbito y temática de la historia de las relaciones públicas:
Hasta el siglo XIX:
a) Supuesta aplicación, de las relaciones públicas, sin técnicas ni medios idóneos.
b) Desconocimiento de causas y efectos de las relaciones públicas, en la mayoría de ocasiones.


A partir del siglo XX:
a) Aplicación de las relaciones públicas de acuerdo con una política de necesidades de proyección presente o futura.
b) Realidad y evaluación en la aplicabilidad de las técnicas propias al contexto de las ciencias sociales.
c) Replanteamiento constante de su sistema filosófico. Resumido desde el inicio de las relaciones públicas, en lo que respecta, a su actividad, en el aforismo:
Hacerlo bien y hacerlo saber

Con respecto a la dedicación plenamente profesional en las actividades de relaciones públicas, de acuerdo con los dos supuestos históricos y reseñados, no se puede concebir como tal hasta el siglo XX.

Las relaciones públicas presuponen un planteamiento histórico moderno en función de sus peculiaridades y vinculaciones, que por sí mismas han sabido marcar un hito importante en estos últimos tiempos.

Especialmente en Europa, las relaciones públicas suponen un intento de unión del humanismo con la sociedad de masas, donde la preponderancia de los supuestos tecnocràticos es manifiesta.

Las relaciones públicas señalan la importancia de un retorno a la cultura humanística como bien señala Sciacca: Aprehender y revalorizar el acervo común al humanismo es una sabia medida para tratar de dignificar nuestro entorno social señalando la unión de derechos y obligaciones inmanentes en la persona humana y los derechos del presente no han de ser un menoscabo para que se olviden los que se alcanzaron en el pasado.

Los más optimistas en el campo de las relaciones públicas nos dirán también que es necesario destacar su empeño loable y significativo por hacer conocer su validez y utilidad en los sistemas informativos y comunicativos, puesto que ellos también se sirven al interaccionar constantemente al hombre en su medio ambiente presente y posibilitando su visión y adecuación al futuro.

A pesar de que Europa ha sido cuna señera en la ciencia política, fue rebasada, también en este aspecto, por Norteamérica. Y las relaciones públicas no han sido la excepción en este acaecer, han seguido el mismo camino, y si la práctica y los métodos de aplicación de las relaciones públicas surgieron en Norteamérica, no se debe a la ausencia de un pensamiento europeísta sobre la materia. Sino que, más bien, el fenómeno ha estado en proporción directa a la necesidad que Norteamérica tenía de las relaciones públicas como realidad ineludible de su sociedad.

Las constantes europeas han ayudado al entendimiento de las relaciones públicas en un país mucho más avanzado, como es Norteamérica.
En el contexto norteamericano, la panorámica practicista de las relaciones públicas tiene un común denominador: su realidad. El concepto de relación y público han significado un reverdecer del pensamiento europeo en tierras norteamericanas.
El pragmatismo norteamericano ha sido, indudablemente, beneficioso en muchos sentidos. Si bien es cierto que para Europa unir el humanismo a las instituciones humanas parece una redundancia, al otro lado del Atlántico se ha demostrado que no es así. Habida cuenta que sus instituciones se convierten en entes monolíticos donde los interese económico y político quieren establecer sus feudos de predominio dual.

La esencia fundacional de las relaciones públicas, en Norteamérica, pretende ser, desde el primer momento, un esfuerzo, continuado y planificado, a la vez que cotidiano, por recordar-en todas las circunstancias en que sea preciso-. Para qué y para quién son creadas las citadas corporaciones, organizaciones e instituciones de patente democrática y tecnocràtica.